30 de septiembre de 2014

lo obvio.

¿qué pensar cuando se junta la chica de las exclamaciones con la que fue nuestra ciudad de encuentro, pero esta vez en otro momento, en otras circunstancias, con otra persona?

29 de septiembre de 2014

eco.



a este lado del camino
la vida es demasiado cobarde. 
he empezado a acumular cenizas donde antes había noches
Me he curado las heridas con alcohol 96, 
del que escuece e irrita.
y ni siquiera las palabras de otra gente, ni los sonidos de nuevas
canciones
me sacan del pensarte.
el rumor de las no despedidas recorre mis arterias, 
y dudo y recuerdo
y dudo 
e imagino. 
hace bastante tiempo que me cuesta acostumbrarme 
a este ruido de cabinas, 
y la nada que intuyo al asomarme por el cristal.
el miedo acojonante de no saber el destino de este puto viaje. 
y me veo en un trayecto
a 2700 kilometros del suelo,
con todo el pánico
en la sangre 
y con incertidumbre en las pestañas.
los aviones saben donde tienen que aterrizar 
porque las luces se lo indican.
pero mi aeropuerto de destino 
hace tiempo cerró sus puertas 
olvidándose de que yo llegaba. 
y aquí sigo,
con cuatro diazepam recorriéndome el cuerpo 
y el eco de tu nueva vida
anclado en mi cabeza.

eco.

28 de septiembre de 2014

tu sei lì.

ti penso, è certo, e non mi interessa con chi tu sei o dove ti trovi adesso. perchè la veritá è che lo so tutto, ma anche so che non posso fare niente. tu sei lì, io sono qua, e io non posso fare niente.
niente.

26 de septiembre de 2014

eres casi viento.

nos dejan elegir tantas cosas que a veces parece que podemos elegirnos la vida. surgen planes, y millones de razones y luego toda la mierda que le sigue detrás. y llega ese momento en que te desordenan por dentro. y ya te da igual el resto de cosas; la ropa, los atardeceres, el perchero que te hacía falta en tu cuarto, el felpudo de buenosdías de la entrada. ya no ves tan difícil eso de hablar y respirar al mismo tiempo. te rompen los esquemas que habías escrito en un folio sucio a medio hacer, y se te olvida la vida. te rindes. te dejas caer al vacío agarrada al vértigo que te dan las alturas. 
no. no han sido buenos días. hace dos horas que se ha puesto a diluviar. y a ella le habrán pillado a mitad de camino las tormentas. las gotas están cayendo furiosas contra la ventana. como si el cielo supiera las ganas que una tiene por romper. me gustaría sentarme a su lado y llorar juntas. tampoco debería de hablar en pasado, porque esto no ha hecho más que empezar. a estas horas ya debe estar en su destino. y ojalá yo dando la vuelta al mundo para abrazarle por la espalda y contarle que mis iris están grises y que yo también estoy tan perdida como ella. tan perdida como cuando me perdí al comienzo de todo el final. o incluso muchísimo más -probablemente-. pero no, hoy no sería buen día para hablar. así que mentiré. todo va de puta madre, en unos meses acaba mi aislamiento social y comienza una nueva etapa. le sigo mintiendo y ella me sonríe, sin hacerme preguntas. nunca hace preguntas, parece que evade la realidad detrás de sus dientes. sus ojos no me miran como antes lo hacían.
no es un buen día en este rincón de la ciudad. y fuera sigue lloviendo a océanos.

ella ha llegado y ahora es diferente.
ya no le oigo susurrar bajito.

eres casi viento.

25 de septiembre de 2014

escupen.

nada cambia en esta puta ciudad.
las horas siguen siendo horas
y desde que empieza mi mañana
mareando con una cucharilla 
el azúcar del café
lo único que pasa, es el tiempo.
cuando me escupen 
tu nombre las tostadas
y  el dolor no se atreve a asomarse
porque tiene miedo.
y el miedo es solo de los valientes.

hoy he mirado por la ventana 
como si nunca antes hubiera visto llover.

23 de septiembre de 2014

¿lo entiendes?

el cinturón de orión
ya está muerto.
siento ser yo la que te dé la noticia.
su luz es sólo memoria de estrellas lejanas
que ya no existen, físicamente hablando,
pero permanecen ahí, recordándonos en la noche
que la tierra sigue siendo redonda.
estos años hemos tenido que hacer algo similar
a dejar un caminito de luces 
para que alumbren nuestros cadáveres.
nunca me dijiste ninguna palabra.
mi correo sigue vacío de cartas 
y pienso que quizás no puedas perdonarte.
el mundo se va muriendo poco a poco,
el tiempo nos arrastra hacia el olvido, 
nuestras sonrisas se van arrugando
y a veces pienso que no crees
que aún esté hablando de ti.
la vida está siendo y yo desnuda de nostalgia 
congelándome las pestañas
con el frío del desconocimiento. 
siempre todo tan deprisa,
con la impaciencia de hacerme comprender
que necesito esta fragilidad
de mantenerte en la cabeza.
el silencio se acaba ahí fuera,
cuando los mares cubran las ciudades
y la marea deje de marearme
creo que seguirás sin poder perdonarte.
así que léeme siempre,
incluso cuando no escriba
porque esto es lo que nos va a seguir uniendo
yo hablando sobre ti -a pesar de prometerme no hacerlo-
y tú callando en la distancia.
he aprendido a vivir con este sentimiento
de no encontrarnos,
de no sabernos.

pero unidas en algún kilómetro del universo.
¿lo entiendes?

21 de septiembre de 2014

se nos van.


siempre me la encuentro saliendo a la misma hora. y apresurada, como si el tiempo se le fuese a agotar. se recorre toda la ciudad por la misma acera. siempre por la misma acera de la misma calle. todos los días. las manías se hacen con ella, y las obsesiones. se le distingue la silueta a lo lejos, los brazos moviéndose al viento inertes, clavados en su pecho. la cabeza alta, para que el aire le seque las lágrimas, hundiendo su mirada en el fondo del puerto. buscando alguna luz detrás de esos barcos que parten sin despedirse de nadie, como este verano. 

todos los días a la misma hora baja el primer escalón de su puerta y echa a correr y a llorar ''es septiembre, que se me clava en el esternón y me hace llorar''. pero el lloriqueo ese no es solo en la calle. también es en el paseo, en la playa y a la vuelta de su camino.
y justamente hoy la he vuelto a ver. pero esta vez no ha llorado cuando me he tropezado con ella, ni ha seguido su trayecto habitual. esta vez no ha buscado las luces bonitas de los atardeceres que le dejan sin palabras, ni voz.
se le ha ido la fe en las cosas con encanto, se le ha ido el sentimiento. tal vez cuando pasa el tiempo se nos van las cosas ancladas al cuerpo. las manías, los lloriqueos, los olores. y ahora tengo verdadero miedo. no sé qué se me irá a mí cuando acaben los domingos de nostalgia. no voy por la misma calle que ella pero sí que lloro con septiembre. puede que se me acabe el vicio de acordarme de ti con cada cerveza o con el frío que me dejaban los países del norte.
pero hasta que eso pase, intuyo que seguiré saliendo a correr, a llorar y a despedirme de todos los barcos que no se despidieron de mí.

y siempre por la misma calle, a la misma hora,
y con las mismas prisas.

17 de septiembre de 2014

arterilola.



pena.
nombre femenino
1. sentimiento de tristeza y ternura producido por el padecimiento de alguien.
sinónimos: lástima, tristeza, pesadumbre, aflicción, pesar, dolor, amargura.

lo que noto debajo del esternón, a mano izquierda, cuando te pienso. pena que se adhiere al ventrículo y sale expulsada a los pulmones. que por mucho aire que coja no se ventila ni oxigena. regresa al otro lado del corazón y sale disparada por la aorta. me baña todos los capilares, me obstruye el cerebro y las arteriolas más pequeñitas se colapsan a la altura de la corteza.
tengo de mariposas infartadas
llena la cabeza.

Pero todo vuelve a su lugar de origen, 
así que buen viaje -supongo-.

14 de septiembre de 2014

suda.

- pues yai, te diría que depende de ti y que blablabla; pero yo soy muy paciente y sé la espera de la que hablas y sé que por mil feos que te haga vas a encontrar justificación y vas a mantener la esperanza de que algo algún día cambie, o volváis a encontraros en algún festival o cada seis meses. así que dale otra perspectiva al recuerdo porque por triste que parezca te diré que aunque creas que llevas casi dos años sudando amor, todavía te queda por sudar más de lo que has recorrido sin ella.


y mira, ya soy capaz de correr 16 kilómetros sin descanso.

11 de septiembre de 2014

la manía de pensarte no me deja dormir tranquila -y eso que me prometí no hacerlo-.
un día, no hace mucho, me corté con el cuchillo menos afilado que quedaba en el cajón, porque los demás estaban en remojo en el lavavajillas. eran las nueve de la mañana y no tenía a quién recurrir. me agarré a la silla nada más notar que me mareaba. y pasó el tiempo. no sabría calcular cuánto me pude quedar así, incorporada para evitar que el pánico fuese creciendo. y me vi con los picos de mis huesos arañando las baldosas. todo el frío calándome por la columna. me corté con el cuchillo menos afilado, 
y sí,
la manía de pensarte me dejó cicatriz.

8 de septiembre de 2014

he sido segundos acantonados en un período finito de la historia, como papel de fumar. también he formado parte de minutos perdidos entre entrañas y pestañas y brazos que ya nadie encontrará
en ningún reloj
sin pilas.
siempre me he preguntado que qué harán
con todos aquellos diseños
que nunca salieron a la luz
si también comparten el mismo cajón que mis postales.
y justo se me cruza una desoportunidad de por medio,
justo en el momento en que se me cruzan los cables
y vuelvo a creer que dejarse llevar
es a veces culparse por querer
echar menos de menos
y necesitar más echar de más.
siempre sé que mucho antes de girarme, todo lo que queda atrás de la cabeza
a la altura de la piel, se va y no vuelve. lo que al resto le cuesta trabajo entender
yo ya lo sabía nada más salir por la puerta. y quizás tú lo supieras antes de volverte.
digo volverte como si alguna vez
lo hubieras hecho. 
los ojos que se pasean sin pararse en un punto fijo,
la ventana que atraviesa
y transparenta,
los reflejos que me avisan de quién viene
por detrás.
y los trenes que viajan una sola vez, desgastando hasta el extremo
las vías oxidadas por las que
no volverán a transitar.
el carril que cruza el mar en dos
y viaja contrariado a través de
mi esternón.
y yo aquí, como un ticket sin ticar.

un ticket sin ticar, qué buena metáfora.

6 de septiembre de 2014

haz lo que más pena te daría no haber hecho. y así.

4 de septiembre de 2014


mirad, dos hijos de puta que se quieren.