27 de febrero de 2014

los domingos pasearemos de la mano
y los lunes
correré hasta tus labios.

tal vez suba a buscarte.

17 de febrero de 2014

ya sé a qué sabe un café sin azúcar y con más leche desnatada que cafeína. ahora me sale rentable ahorrarme una cucharilla porque así no desperdicio tiempo dándole vueltas dentro de la taza en busca de algo que no se me ha perdido en el fondo de ese asunto.
sería muy complicado dar el paso de escribirte sin tener una excusa de antebrazo, o alguna chorrada guardada como salvavidas.
te siento tan lejos que el hablarte me supone gastos de envío, y yo sin mi paga semanal. menuda putada.

13 de febrero de 2014

pero era lo bueno de tener una habitación blanca, porque dependiendo de la luz que entrase, viraba de un color a otro. hubo un tiempo en que se tornó verde fuerte, y la cama, la silla y el escritorio brillaban con cualquier tonalidad que se colara por la ventana; ni las persianas me protegían del color. luego fue evolucionando a una gama más débil, un verde oscuro casi negro. y me tragué el corazón entre tanta nebulosidad. mi habitación era el anonimato de los días transcurridos al margen de la vida de fuera. al margen de ella. a fuerza de rascar hice agujeros en el techo, para que se colase más luz antes de que los atiborrasen de cemento.

era una forma de seguir viviendo
contra la vida.

10 de febrero de 2014

qué tontería
seguir echándote de menos.

1 de febrero de 2014

tengo en mi vida un punto de encuentro, por si coincide que me pierdo. solían ser los domingos románticos, que pronto dejaron paso a los melancólicos. y hoy, mi punto de encuentro ha comenzado a pretiempo, de madrugada. ya entrada la noche he notado como se recreaba debajo del esternón -a mano izquierda- el sentimiento de nostalgia. se me venían a la cabeza recuerdos de frío y mantas y conversaciones del sofá a la mesa, y de la mesa al sofá-cama. con tu portátil de fondo y el móvil, afortunadamente, apagado. tus lunares como denominador común e indispensable de mis domingos, sobre todo de mis domingos. y también del invierno.

y hablando del invierno, creo que aún me debes un polvo, un hacer el amor, una explicación
o, quizás,
una buena excusa.

ya estoy preparada.