31 de enero de 2013


c'è un odore di fumo nella città.
qualcuno sta bruciando lettere.
no hay nada más de lo que hablar, porque todo está demasiado machacado ya. cienes de trozos fragmentados y repartidos por toda la acera. 

dime tú qué puedo recuperar yo de entre las suelas de las botas de agua.

28 de enero de 2013

lo estás consiguiendo.

27 de enero de 2013


el otro día oí decir que yo sólo escribía cuando estaba triste. para desahogarme.
pues quédate con el ahora, porque estoy escribiendo con la misma sonrisa
con la que me he levantado de mi cama.

y entre mi sonrisa y mi cama caben muchos amaneceres.

26 de enero de 2013

hay días buenos y también los hay malos.
y hoy es, precisamente, uno de esos días.

20 de enero de 2013

todo está demasiado claro. tú estás allí y yo me vine aquí. y el tiempo ha cambiado según pasa el tiempo. la nieve, el viento y la lluvia se han formado mucho más rápido que meses atrás. que igual que viene se va y parecerá que nada ha pasado. y saldrán nubes que se harán conmigo y contigo, y con esto de no estar juntas. y nos recordarán todo lo que pasó.
no me acostumbro a cerrar la ventana de mi cuarto y echar las persianas. que yo siempre he sido más de levantarme con los rayos del sol atravesándome la piel.

el meterme en la cama con pijama acabará con este insomnio, después de acabar conmigo.

17 de enero de 2013

Aprende, criatura, a verle en los semáforos.

lo maravilloso de la vida son las casualidades. y lo mejor de ellas es que siempre, siempre, siempre saben dónde encontrarte.

qué puta casualidad.

16 de enero de 2013

el suelo estaba arrugado de infinidad de hojas de arce amarillas y verdáceas. el sol le pinchaba la piel y su mirada se perdía en la matrícula de aquel coche. otra vez se encontraba sentada en el bordillo de la acera. pasaba la gente mirándola con intriga pero a ella eso no le importaba. lo importante era que ya no volvería a ver más esa matrícula, ni ese asiento de atrás. ni los cristales convertidos en vapor de agua de las noches anteriores. pensó en correr, en correr detrás. pero lo único que hizo fue correr para encontrarse, o para que no la encontrasen. y voló lejos. con el frío de los últimos días del sur calándole la ropa. cruzó sin mirar y se fue directa al hospital para coserse la boca y vendarse los ojos.

y ahora me dan miedo los desayunos a solas. ahogarme en tazas enormes de café donde no haya nadie que pueda rescatarme con una cucharilla.

15 de enero de 2013

hay canciones hechas especialmente para un momento exacto de un lugar determinado. te reabsorben y te saben llevar a donde les da la gana, a donde ellas quieren. a un rincón de tu coche o a una playa nudista. ese tipo de letra que te encoge por dentro y te anuda al recuerdo.

esas son las putas mejores canciones del infinito.

alguien debería saber poner orden en todo este caos absurdo. pero no seré yo la indicada para hacerlo. desde que hace frío me faltan la mitad de las palabras. y apuesto a que se han quedado enredadas debajo del edredón para no tener que levantarse todas las mañanas. y es que una se ha acostumbrado a trasladarse a otros lugares o dejarse llevar por tanta niebla. millones de partículas diminutas de besos rotos se entremezclan con los meno due gradi di fuori. y todas mis pesadillas amenazan con colarse entre mis sábanas, pero yo reuniré la fuerza necesaria para deshacerme de ellas si me prometes llenarme de nuevo la vida de alegría. que ningún corazón de este mundo sería capaz, como es el mío, de reconocerte a 2772 kilómetros sólo por el rastro que deja tu sonrisa al pasar. 

fuiste mi salvavidas
y ahora no hay quién me salve.

13 de enero de 2013

diluvia fuera. pero lo que nadie sabe es que mi cama, mucho antes de que comenzara a granizar, ya se había convertido en hielo y escarcha.
aún no me perdono cómo pude olvidar ese lunar.
he perdido la noción del tiempo, y ya dejé caer cuesta abajo todos mis sentidos.
corro a ciegas por la ciudad. y me inyecto las noches en vena por si el frío me cala las entrañas.
que antes no me hacía falta abrir los ojos para ver.

12 de enero de 2013

he dejado de esperar cosas sentada en la cocina bebiendo un tazón de café hasta arriba. me he levantado de la cama por la mañana con el pie izquierdo, y la verdad, no me ha ido del todo mal. las reflexiones a estas alturas están de más, y para mí las cosas de más siempre han estado de más. a veces la gente espera cosas de una misma, más cosas de las que tú misma esperas. y de pronto ocurre. ocurre que, después de tirarte toda una tarde mirando el fondo de la taza de café, te das cuenta que llevas más de mil milésimas de segundos esperando, intacta, a que pase algo. y no eres consciente de que lo único que pasa es la vida. a los problemas se les planta la cara, las manos y el corazón. y hoy mi cuerpo entero está haciendo el esfuerzo más grande de toda Italia por mirar más allá de la taza de café. que a mí el café siempre me ha revuelto las tripas.

al buen tiempo, buena cara
-qué mínimo-.

10 de enero de 2013

y es que tus ojos son los únicos capaces de lograr incendiarme aunque estuviésemos haciendo el amor en mitad de la Antártida. y tú, más que nadie, te mereces todas las cosas bonitas que te quedan por vivir, mi niña de las dudas infinitas.

ciao