31 de agosto de 2013

nadie tiene idea de los límites que tiene la vida, hasta que alguno de nosotros le da por asomarse más de la cuenta, y en un golpe de aire se tambalea y cae al precipicio, y todos nos quedamos mirando sin saber qué hacer e intentando reaccionar. y corremos en su ayuda pero él ya está demasiado lejos. y ya no existen límites tras los que resguardarse, ya se crea un horizonte abierto, como la línea que se dibuja en el mar, y tú sientes que te ahogas, y buscas algo en la superficie a lo que agarrarte. y te das cuenta que eres tú el trozo de madera que flota y al que se van a subir todos los demás. y tú más que nadie eres la que tiene que aguantar, una vez más, sin hundirse.


26 de agosto de 2013

te he dejado de ver durante un par de segundos. stop. los necesarios para plantearme demasiadas cosas. stop. estás a menos de cincuenta centímetros de mí. stop. y justo ocurre lo que hacía meses había estado deseando. stop. tumbada al otro lado de la cama. stop. de espaldas a mi exclamación. stop. pero aún parece que sigues a dos mil setenta y siete kilómetros de distancia de mí. stop. no sabría decirte exactamente a qué latitud te encuentras. stop. pero ya no estás igual. stop. han desaparecido todos los lunares que te contaba a oscuras. stop. como si alguien antes de mí te los hubiera borrado. stop. como si alguien se encargara de separarte de nuestros atardeceres. stop.
y yo sigo corriendo por la carretera sin luces. stop. y me sigo parando en cada stop. respetando todas las señales que encuentro a mi paso. stop.
hasta que alguien me ceda el paso.

20 de agosto de 2013

rómpela y aparece hoy
por la plaza de la ciudad
justo como hace un año.

17 de agosto de 2013

14 de agosto de 2013

construyo su vida uniendo
sus señales de humo.
todos los kilómetros
y los colores en el cielo que nos unieron
y que ahora se vuelven en mi contra.

verde oscuro
casi negro.

8 de agosto de 2013


a veces le da por escribir en un diario de viaje como si lo estuviera. pero lo cierto es que se encuentra quieta, quietísima; y no tiene ni la menor intención de moverse. pero le da igual, porque cree que es el momento, siempre es el momento. tiene millones de ciudades en exceso guardadas en la cabeza, y más de una anclada en el corazón. con la capital agarrada a sus pestañas y el sur colgando de sus entrañas y unas ganas frenéticas de ir a donde no se puede ir. este verano está siendo verano a trizas, con pedacitos de noches superpuestas en días excéntricos. con risas que dibujan una línea recta en un surco relleno de ansiedad. enseñar las rodillas en madrugadas calurosas, saltar sobre una mezcla de agua y cloro. empaparse de lo extraordinario de la vida, esos pequeños momentos que ayudan a subir hacia la superficie y sacar la cabeza para coger aire. y respirar.
comenzar. mientras la ciudad se oscurece y los días se van difuminando con las luces de las calles.

si se encuentra mareada en este instante es normal, no se preocupe, 
se trata del movimiento del mar 
arrastrando su salitre hacia las profundidades.

7 de agosto de 2013

súbeme la serotonina y deshazte del hielo de mi tripa
que los nervios se disipen cuando cierre los ojos
los puntos blancos donde te pierdo
el stop donde me tengo que parar 
cada vez que te pienso
esos cinco minutos de cada mañana.

esos putos cinco minutos de cada puta mañana.

''yo sé que todo tiene solución, que esto es cuestión de verlo medio lleno''.

3 de agosto de 2013


somos pronombres relativos al verano y su distancia. somos gotas fluyendo en cuerpos desconocidos, esperando a secarse.
y nada tiene más prisas que el verbo esperar.


sábado 20:09 pm.
y greenwoman no ha venido a rescatarme.

1 de agosto de 2013

necesitamos estar en la misma ciudad.