27 de octubre de 2011

tengo al miedo siempre ahí, pero se congela y se agrieta con el frío. me despierto tiritando y bajo cero, sin ropa ni sábanas. me siento ausente. se me hielan las sonrisas y la mueca de mi moflete ya se ha solidificado. tengo la sensación de que algo me come los huesos y me hace sentir tan débil que no soy ni capaz por mí misma de sostenerme en pie.

puede ser el miedo que se ha vuelto a disfrazar para colarse en mi vida. pueden ser las ganas de que acabe todo y de que acabe bien.
o mal, pero que acabe.

26 de octubre de 2011

retumba en mis oídos el sonido del cristal contra la pared. los vidrios saliendo en todos ángulos, flotando hetéreos en busca de mis ojos y mi piel. perforando el eco de mi garganta y sobrepasando el timbre de mi voz. y tú a lo lejos, riendo sin ganas pero con fuerza. atravieso la habitación dejándome llevar por la corriente que has abierto. ya casi ni consigo distinguirte entre tanto rojo.
al final tengo que reconocer que llevabas razón; yo soy la que he acabado empapada, y no precisamente de placer.

24 de octubre de 2011

-pero, entonces ¿qué es lo que hay entre tú y yo?
-demasiada ropa.

23 de octubre de 2011

venga, dispara tus verdades, que yo no te tengo miedo. me he hecho un chaleco anti-sincero con el que podré protegerme de cualquier arma que utilices; desde certezas hasta evidencias. y no pienses que moriré en el acto, porque en cuanto te distraigas te soltaré una mentira tan grande que acabaré con toda la veracidad que te rodea.
y cuando te vea alejarte, entonces, caeré desplomada por mi propio peso (y con el recuerdo de tus 20 verdades clavadas en mi pecho).


17 de octubre de 2011

antes de quererme deberías quererte a ti misma como yo te quiero.
sólo así podremos llegar a vernos.
y tocarnos.

9 de octubre de 2011


vámonos a vivir a un rincón de Hyde Park, donde comernos a besos hasta que las ardillas acaben echándonos, hartas de tanta glucosa. vámonos a ese lugar donde el verde de los árboles se confunde con el verde de tus ojos.

dentro de unos años nos daremos cuenta que todo lo que hicimos juntas era porque tus besos siempre estaban en sintonía con mis sonrisas.
y que si no estás empequeñezco tanto que mis manos se confundirán con los dedos de los pies.

2 de octubre de 2011

creo que esta vez me ha tocado a mí bajarme.