23 de octubre de 2011

venga, dispara tus verdades, que yo no te tengo miedo. me he hecho un chaleco anti-sincero con el que podré protegerme de cualquier arma que utilices; desde certezas hasta evidencias. y no pienses que moriré en el acto, porque en cuanto te distraigas te soltaré una mentira tan grande que acabaré con toda la veracidad que te rodea.
y cuando te vea alejarte, entonces, caeré desplomada por mi propio peso (y con el recuerdo de tus 20 verdades clavadas en mi pecho).


1 comentario: