25 de junio de 2012

y aterida se fue con su dignidad, porque era lo único que le quedaba ya. corrió calle abajo, giró a la derecha y se tumbó en el jardín a tomar el sol, para secar sus penas.

24 de junio de 2012

súbeme a tu seiscientos, llévame a los asientos de atrás o a una playa desierta donde el salitre cale hasta los huesos. la velocidad corre más que nosotras pero mi mano fuera de la ventanilla lucha por impedirlo. vámonos a un lugar con mar para que me cure las heridas y que el sol nos deje marca en forma de corazón en la espalda. que me plantes un besazo en los morros y se arregle todo, todo y todo. que salgas corriendo detrás de las olas y me sonrías desde la orilla con tu bikini coral.  


te pones tan guapa cuando sonríes.

21 de junio de 2012

ron y tabaco en el salpicadero. el frío congelando las ventanas y dentro consumiéndonos el oxígeno. que te metas tan dentro de mí que me comas el alma, que mis uñas se claven en tu espalda, y mis dientes arranquen el relleno de los asientos. descosiéndonos los botones y rompiéndonos las cremalleras.
entonces me miras a los ojos y yo sonrío y te suelto un desnuda se vive todo mejor.


y nos devoramos.

10 de junio de 2012

qué extraño es todo ahora con relación a unos meses atrás. cuando nos comíamos a besos a través de las calles frías repletas de bandas indie. cuando escondíamos las ganas detrás de las orejas. no vuelvas a soltar que soy una chica fuerte, porque pienso gritar hasta quedarme afónica para demostrarte que no. estoy cansada de esconder las lágrimas debajo de la colcha y sonreír a destiempo y a desgana cuando salgo a la calle. estoy igual de jodida que aquel día que decidiste irte de verde y yo me quedé plantada con los tequiero en la boca. tengo el corazón a rojo vivo y mi cabeza necesita explotar. como cuando explotamos en el asiento trasero de tu coche, o la vez que mis voces atravesaron las paredes de aquella habitación. porque te echo de menos, coño, y mis grietas ya empiezan a romperse, poquito a poco. he cerrado los ojos y dicho tu nombre repetidas veces, porque pensaba que así todo cambiaría, pero han pasado más de tres días y no has aparecido. y he intentado no llorar, convenciéndome a mí misma que las horas que quedaban en el día nos iban a salvar.
pero aquí no hay cenicientas, ni nadie se recoge a las doce, ni tengo excusas para verte porque no tienes ningún zapato mío.

aquí sólo estoy yo, sentada en una escalera. esperando a que me vengas a hacer el amor. y luego te quedes.

9 de junio de 2012

ahora te ha tocado a ti el turno de echarme de menos. ha llegado el momento de que me quieras, o echar en falta mis labios si no estoy. el derretirte por cada uno de mis huesos y articulaciones y el de morirte de orgullo cuando me ves. el de sonreír de moflete a moflete cuando oyes mi nombre y buscarme a la puerta de mi casa todos los días.
échame de menos ahora, por favor, ahora que aún me tienes.

porque, cuando llegue el día en que me toque irme y no vuelva a saber de ti, echarme de menos será una absoluta pérdida de tiempo.

8 de junio de 2012

sentirte más lejos cuando más cerca estás.
es tan sencillo complicarlo todo.

3 de junio de 2012

el rerereencuentro

y voy despacio
dando tiempo
a que se acorte
entre nosotras
el espacio.

y ya no está permitido los desayunos con abandonos. ya no.

1 de junio de 2012

hoy he caminado por la calle con arrugas de tristeza en la mirada. hoy me he despertado con un peso adherido a las costillas y con la incertidumbre de no saber si llegaría o no.

reclamo tu mano en mi cintura, y tu sonrisa de un viernes sin persianas.