10 de junio de 2012

qué extraño es todo ahora con relación a unos meses atrás. cuando nos comíamos a besos a través de las calles frías repletas de bandas indie. cuando escondíamos las ganas detrás de las orejas. no vuelvas a soltar que soy una chica fuerte, porque pienso gritar hasta quedarme afónica para demostrarte que no. estoy cansada de esconder las lágrimas debajo de la colcha y sonreír a destiempo y a desgana cuando salgo a la calle. estoy igual de jodida que aquel día que decidiste irte de verde y yo me quedé plantada con los tequiero en la boca. tengo el corazón a rojo vivo y mi cabeza necesita explotar. como cuando explotamos en el asiento trasero de tu coche, o la vez que mis voces atravesaron las paredes de aquella habitación. porque te echo de menos, coño, y mis grietas ya empiezan a romperse, poquito a poco. he cerrado los ojos y dicho tu nombre repetidas veces, porque pensaba que así todo cambiaría, pero han pasado más de tres días y no has aparecido. y he intentado no llorar, convenciéndome a mí misma que las horas que quedaban en el día nos iban a salvar.
pero aquí no hay cenicientas, ni nadie se recoge a las doce, ni tengo excusas para verte porque no tienes ningún zapato mío.

aquí sólo estoy yo, sentada en una escalera. esperando a que me vengas a hacer el amor. y luego te quedes.

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