28 de octubre de 2015

        y
      esque
    t   u   c
 a     b     e
z      a       a
        h
        o
        r
      a  s
    i       n
 m           í.
  

25 de octubre de 2015

chaleco antibalas.

contra los días feos que llueven sin paraguas en mano. la coliflor guardada en la nevera una semana. los desayunos que no dan tiempo a digerir. la gente cuando no puede decirnos que fuimos unas putas cobardes. las entrevistas a pacientes con enfermedades inventadas. contra las canciones de Izal que saben cómo joderme bien. los fuegos artificiales que se oyen desde la terraza pero flotan escondidos tras los edificios. los silencios incómodos en los ascensores con vecinos que siguen sin nombre porque aún no he querido inventármelos. contra los días de no saber qué hacer y no hago nada. el duelo por el futuro que sigue sin llegar. contra las palabras que nos cortan y contra las que nos hacen sangrar piel abajo. las relaciones inciertas. la tecnología de mierda. las redes asociales. los telediarios que no saben decir lo que quieren. contra la mentira que no existe si no hay verdades. los miedos míos y los tuyos cuando los hubieron. 
ahora me cubro el cuerpo con las sábanas y la manta, hasta los ojos y orejas. me escondo debajo como si fuesen mi chaleco antibalas y pudieran luchar contra todo lo de fuera.

y yo me quedo aquí 
aunque no alcance a decirte nada.

6 de octubre de 2015

balcones.

construyo un personaje para mí
que se asoma a la terraza
a la altura de la barandilla más baja.
no tiene vértigo.
el frío que seca el sudor
y luego los columpios
que alguien puso demasiado altos.
un banco lleno de niños con mochilas
y manos con móviles.
se pasean por los parques
esquivando hojas del otoño
y haciendo fotos para las redes sociales.
no tienen vértigo.
los ojos encharcados de olores
las rodillas llenas de arena.
y luego me alejo de la plaza y de las terrazas
con balcones
llenas de palomas.
el aire hierve a veinte grados
y en la distancia que separa el cielo
del suelo
tampoco existe el vértigo.