15 de enero de 2013


alguien debería saber poner orden en todo este caos absurdo. pero no seré yo la indicada para hacerlo. desde que hace frío me faltan la mitad de las palabras. y apuesto a que se han quedado enredadas debajo del edredón para no tener que levantarse todas las mañanas. y es que una se ha acostumbrado a trasladarse a otros lugares o dejarse llevar por tanta niebla. millones de partículas diminutas de besos rotos se entremezclan con los meno due gradi di fuori. y todas mis pesadillas amenazan con colarse entre mis sábanas, pero yo reuniré la fuerza necesaria para deshacerme de ellas si me prometes llenarme de nuevo la vida de alegría. que ningún corazón de este mundo sería capaz, como es el mío, de reconocerte a 2772 kilómetros sólo por el rastro que deja tu sonrisa al pasar. 

fuiste mi salvavidas
y ahora no hay quién me salve.

1 comentario:

  1. Habrá que aguardar la lluvia, el sol, que muera tu palabra dentro de mí. Cuando quieras podré entender, leerte, pero debo morir: callado estaré cubierto de bajeza.
    Y estallará otra primavera

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