17 de febrero de 2014

ya sé a qué sabe un café sin azúcar y con más leche desnatada que cafeína. ahora me sale rentable ahorrarme una cucharilla porque así no desperdicio tiempo dándole vueltas dentro de la taza en busca de algo que no se me ha perdido en el fondo de ese asunto.
sería muy complicado dar el paso de escribirte sin tener una excusa de antebrazo, o alguna chorrada guardada como salvavidas.
te siento tan lejos que el hablarte me supone gastos de envío, y yo sin mi paga semanal. menuda putada.

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