23 de septiembre de 2014

¿lo entiendes?

el cinturón de orión
ya está muerto.
siento ser yo la que te dé la noticia.
su luz es sólo memoria de estrellas lejanas
que ya no existen, físicamente hablando,
pero permanecen ahí, recordándonos en la noche
que la tierra sigue siendo redonda.
estos años hemos tenido que hacer algo similar
a dejar un caminito de luces 
para que alumbren nuestros cadáveres.
nunca me dijiste ninguna palabra.
mi correo sigue vacío de cartas 
y pienso que quizás no puedas perdonarte.
el mundo se va muriendo poco a poco,
el tiempo nos arrastra hacia el olvido, 
nuestras sonrisas se van arrugando
y a veces pienso que no crees
que aún esté hablando de ti.
la vida está siendo y yo desnuda de nostalgia 
congelándome las pestañas
con el frío del desconocimiento. 
siempre todo tan deprisa,
con la impaciencia de hacerme comprender
que necesito esta fragilidad
de mantenerte en la cabeza.
el silencio se acaba ahí fuera,
cuando los mares cubran las ciudades
y la marea deje de marearme
creo que seguirás sin poder perdonarte.
así que léeme siempre,
incluso cuando no escriba
porque esto es lo que nos va a seguir uniendo
yo hablando sobre ti -a pesar de prometerme no hacerlo-
y tú callando en la distancia.
he aprendido a vivir con este sentimiento
de no encontrarnos,
de no sabernos.

pero unidas en algún kilómetro del universo.
¿lo entiendes?

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