7 de mayo de 2015

tu piel, que no es la mía.

que se te desgarren los ojos 
si tú me lees. 
y ahora vete tú a saber quién eres tú. 
que me adivines los amores 
y mis follamigas, 
o alguna que sólo llegó a ser amiga. 
que me intuyas sin conocerme las verdades que, a veces, son derribadas con mentiras 
-si es que me da por contaros toda mi vida-. 
que presientas 
     cuánto me toca el coño si pienso lo que me jodería perderla. 
           que si la voy a echar de menos ahora que me voy; y a mi madre, y a la playa, y a mi ciudad, pero sobre todo a ella. 
que te cabrees si es que me da por no aparecer, que te ofendas y dudes cuánto de razón tengo. que me busques entre la mierda y lo que no digo, y te pierdas como yo lo hice y te encuentres en algún mes cualquiera. que me conozcas sin conocerte. que pases en silencio o te atrevas a opinar entre los tuyos o conmigo. 
que sientas la necesidad de leerme todos los días. 
y resolverte las dudas y ponerme en tu piel, 
que no es la mía. 
me gustan las indirectas y la gente que se da 
por aludida. 
y que me leas para correr la suerte de que por más que pasen los años, si lo sigues haciendo, jamás desapareceré.

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