14 de noviembre de 2014

la cosa está mejor.

la pista de baile está llena, y tú has preferido quedarte en casa. aquí no hay ninguna silla de plástico para sentarte. el suelo está lleno de cristales, y no me gustaría que te cortases al pisarlos. llevo bastante tiempo queriendo avanzar, pero es como si alguien desde arriba estuviese jugando conmigo a los sims y le diese a cancelar la acción cada vez que intento distanciarme de ti. tengo miedo de lo que aún queda por venir, muchísimo miedo, se podría decir que estoy cagada viva. y me apoyo a veces contra la pared para coger aire y continuar, como sosteniendo el mundo. mi amigo, el de los porros, me dijo una vez que la vida la elegimos nosotros, y que menos quejarse guapa, que nadie nos obliga a nada. y mira, yo el lunes necesitaba que me abrazaras y me dijeras alguna tontería, sentirte cerca solo. contarte todo lo que guardo y no escribo. tú me mirabas desde muy lejos como si yo fuera de porcelana y tuvieses miedo de romperme. hoy es viernes, y la cosa está mejor.
puede que no me oigas decir que siempre nos quedará parís, porque nunca estuvimos agarradas al vértigo de la torre eiffel, pero sí que habrás leído ya, aunque sea entre lineas, y más en días como hoy, cuánto de menos te echo, dublín.

por aquí es viernes, y la cosa está mejor.

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