25 de enero de 2014


puedo inventarme cienes de historias relacionadas con ellas, pero la única verdad es que esas góndolas nunca han dejado de balancearse, y la gente se ha muerto de amor, de sueño o de hambre subida en todas ellas. pero toda esa gente era yo al borde de la despreocupación, abusando de la confianza. y tú eras la marea que iba y venía según la alineación planetaria. al principio era entretenido el movimiento, y la euforia se me disparaba cuando te veía descontrolada, casi al unísono con mis carcajadas. después se empezó a enturbiar el agua, remolinos de viento bajo la barca se hacían con mi puto equilibrio. y tú que aparecías y desaparecías en cada ola y yo que me intentaba agarrar a tus pestañas. y ese miedo, esa inseguridad. 
era curioso porque tú buscabas 
seguridad en los demás, 
y justo cuando te topaste con ella 
de frente 
huíste, huíste lanzándote mar adentro 
en busca de nada(r).

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