paso la mano por las sábanas y no encuentro ningún rizo donde enredarme. nombro a la almohada besadora oficial de mis noches a solas. todo está a oscuras y no llego a tocarnos. voy a jugar a hacerme la dormida hasta que decidas llegar, que los días se vuelven precipicios infinitos y yo chillaré hasta morir ahogada si no regresas a mi boca. y otra vez vuelvo a caer en la gravedad de tu ausencia, caer en zeta chocando contra la pared. volvería a revivir tu sonrisa en mi coche con el eco de un avión (oeo) de fondo, con el placer intenso de cosquillearte, y bajar la voz para caer empicada en tu tripa. vamos a perder la cabeza, y encontremos la locura de querernos, pero no me pidas que no me haga la dormida en tu ausencia porque entonces me enfado y no respiro.
porque entonces mi mundo cae empicado en busca de tu tripa.
creo que es lo más bonito que has escrito nunca
ResponderEliminar