13 de marzo de 2012

he comprado ceras y lápices de colores, supongo que pretendía escribirte cartas con corazones que rellenar con nuestras iniciales para leer en los despegues de los aviones. de esos en los que hay turbulencias y no estamos cerca para agarrarnos de la mano.

me rompo la garganta con ladridos intercalados entre palabras, y bajo la mirada buscando las huellas que dejaste en mi tripa. te has ido de verde, y eso está demasiado lejos. empezaré por lamerme las heridas al mismo tiempo que lees mi carta en la cocina. rodeada de niños de rojo y mantequilla para cocinar. debería empezar por cruzar esa frontera que mezcla los idiomas con los sentidos antes de que el brillo de la pantalla acabe con todo mi contraste. escríbeme algo en la parada del metro, en la línea c-1 del autobús, en el parque sentada en un columpio o en el borrador del Word. dime cuántas mantas nos faltan por perder en un mes de frío, los eclipses que dibujan sonrisas sombrías, los jueves donde (solíamos gritar) nos tirábamos en la carretera, o los viernes que vienen a besarte en la boca, cubiertos de sábanas con prisas.
aunque eso aún no lo sabemos, ni tú ni yo.

lo sabemos las dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario