5 de diciembre de 2011


desde hace tiempo me he dado cuenta que absolutamente todo queda a mi alcance. lo más lejos de mí a cinco minutos. el bar de la esquina, el sabor a sushi en los labios y ese mercado al que nunca hemos ido. mientras tanto yo me imagino un mes de noviembre que no se termina. y que permanece como los cuentos que de pequeña contaba mi abuela, o como los besos que nos damos con luz tibia, y con edredón.

que la distancia entre tú y yo se acorta cuando subimos a un autobús de dos plantas.

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