21 de septiembre de 2011

el caso es que no recordaba que ya en Septiembre el sol se escondiese tan pronto. ha dejado una capa de frío abrumador que se hace difícil pasar de ella desapercibida. arropada en una fina tela blanca y revestida por una toalla, no me queda otra si sigo queriendo disfrutar de un atardecer veraniego (el último). noto el sol penetrando en mi piel y siento frialdad. quién me diría al principio del verano que éste pasaría tan rápido, tan demasiado rápido. tengo la sensación de haberme dejado mil cosas en el tintero, de no haber gozado del calor y de sus placeres como debiera. pero ya creo que no sirve de nada lamentarse; a estas alturas sólo me queda aprovechar el último halo de suspiro que proyectan los rayos sobre mis manos. e intentar cerrarlas hábilmente, con la esperanza de que queden guardados bajo llave.

sólo para uso y disfrute mío.

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