30 de marzo de 2016

pollas en ollas.

la mina que se rompe cuando aprietas demasiado al escribir. los lunares que crecen sobre pieles que mudan de pieles antes de que el verano las alquile. el dedo del pie que te doblas al chocar con el armario del pasillo cuando vas a oscuras por la casa de tus primos. el frío que se resbala por los huecos de los dientes y te agrieta los besos. las mariposas en la barriga del yogur caducado que quedaba en la nevera. las pollas en ollas. la cicatriz del golpe antes de dártelo. los dedos sobre las puntas de mi pelo,
el prefacio 
del fin que no duele.


y el volver.
porque siempre estamos a tiempo de volver.

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