12 de noviembre de 2015

los que juegan a dormir juntos y se regalan sonrisas por la mañana, recién levantados, estrenando la vida a pesar de tener esquinas rotas por dentro de las tripas. las ganas, los pájaros y algún que otro sueño cuando se escapan y nadie va detrás para atraparlos. los que os besáis con los ojos cerrados habiendo disfrutado la luz antes. ahora todas esas afirmaciones se vuelven preguntas en mi cabeza y yo me quedo sin respuestas. con el cielo lleno de hojas de árboles que precipitan alrededor de mis piernas en un lugar donde no existe punto medio entre el verano y el otoño. 

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