7 de enero de 2015

la calma de la palma de tu mano.

no he sido capaz de seguir escribiendo sobre ti desde que me di cuenta que era yo quien perdía si lo hacía. pero lo cierto es que perdí, y quizás siga perdiendo el tiempo entre rutina y nervios al pensarte lejos y alegre o cansada. pero siempre lejos. y ni siquiera tanto es suficiente para olvidarse una misma que existe la calma de la palma de tu mano justo en este instante -o en otro anterior- sobre otro invierno, que ya no es tuyo ni mío. ya no habrá más años iguales, ni besos que se parezcan a los que fuimos.
que me devuelvan mi verano, que yo este frío no lo quiero. ni este frío ni. 

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