11 de septiembre de 2013

no puedes sentir nostalgia por cosas que aún no han pasado. sin embargo, es justamente eso lo que sentí aquel día en concreto. el típico día señalado en el calendario de color rojo. terminé todas las cosas que tenía que hacer, me tiré en la cama y cerré los ojos. tenía a todo el mundo en mi mente e imaginé que no estaba sola, y que por eso no podía echar de menos a nada ni a nadie.

si el tiempo y las palabras se alían pueden llegar a pesar tanto que, cuando caen sobre las ilusiones, sólo quedan pedacitos en el suelo imposibles de unir. y que por mucho que recojas siempre te dejarás alguno escondido debajo de la cama.

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