y nos volvimos jóvenes y fugaces. rompimos la barrera que nunca hubo para tener tiempo para todo. nos volvimos madrugada explotando entre caderas. nos retorcíamos con copas de vino y ruido de fuera. no había noche para nadie porque se derramó sobre tu espalda. jugamos a crear espirales que giraban sobre un mismo eje entre tantas sábanas.
jugamos con el riesgo de tenerte en mi cabeza.
Quien no necesita una sonrisa, una palabra, un gesto, un poco de amor?
ResponderEliminar