12 de septiembre de 2012

no quiero ser un pañuelo de lágrimas. un calentón de medianoche. una ensalada antes del plato fuerte. una llamada perdida a un móvil sin cobertura. una canita al aire. no quiero ser aquello con lo que te entretienes mientras buscas algo mejor. me niego a ser la niña tonta que te espera con la sopa caliente en la mesa, las velas encendidas y el vino en una botella que después romperé.

yo quiero un cuento para mí, para nosotras, sin finales -ni tristes ni felices-.


nunca supe decir basta.
porque no creí que hiciera falta.

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