28 de mayo de 2012

hizo el intento de llorar y ahogar sus ojos en un pañuelo empapado en penas, pero no pudo. se ahorró el volver a hablar de ti, porque la opresión en el pecho pudo más que las propias ganas. tiró toda la felicidad que tenía guardada en los bolsillos y nunca más pudo volver, falta de migajas de pan sobre su camino. las noches comenzaron a volverse eternas, y los intentos de dormir del tirón eran demasiado frágiles.

lo que nadie sabe es que ella es la tinta de esos bolígrafos que se rompen después de haberlos estado agitando durante un buen rato.
esa tinta que se desparrama por el suelo y nadie piensa recoger, porque nadie quiere correr el riesgo de mancharse el traje de los domingos.

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