te pusiste tan cerca de mis labios que llegaste a perderte entre los latidos de mi corazón. tenías los párpados apretados y los dientes te llegaban a las orejas. reíamos intercambiándonos el aire, con lágrimas guardadas dentro de los ojos, siete besos en el cuello y dos suspiros en el oído. repasaste con tus dedos la forma de mi cara y yo te abracé tan fuerte como cuando en verano se te pega al cuerpo la camiseta empapada.
me apetece acercarme a ti,
me apetece olernos.
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