2 de agosto de 2011

y... ¡¡HA SIDO NIÑA!!

hace tiempo bajó de un tren cualquiera la ''oportunidad'', y yo supe agarrarla a tiempo (además son de esas oportunidades que sólo se suben a los trenes una vez en la vida, el resto del tiempo viajan en autobuses que nadie coge, de esos que responden al título de ''sin servicio''). y desde entonces, la tengo guardada en una cajita fuerte, junto a tu camiseta de Camden Town con el estampado de una caravana de los ochenta (ochenta y dos, que me gusta más).

aún me acuerdo cuando decidimos irnos a cualquier otra parte, solamente tú y yo. y así lo hicimos. recuerdo como aquella noche la cerveza se hizo con nuestro cuerpo en un barrio perdido de Londres y no supimos responderle de otra forma que no fuera con risas y algún que otro beso. y tampoco olvido el acto de rebeldía que tuviste al pisotear la pulsera que meses atrás te habías comprado con la esperanza de encontrarnos -sabías que sería yo quien te daría motivos para deshacerte de ella-.

y es que me pasa que no paro de pensar en que todo ha mejorado desde entonces. tu sonrisa ha dejado huella en mi moflete y ya ni siquiera mi pelo sigue un orden correcto. y todo por tu culpa. por culpa de este cosquilleo llevo meses con la cabeza en tu ombligo y con mis labios en tu voz. antes cuando dejaba mi mente en blanco no pensaba en nada más. ahora cuando intento hacerlo sólo me salen cursilerías que decirte al oído.

y también sé, que como todo lo bueno, hay una pequeña y diminuta parte mala. pero de esa ya nos encargamos tú y yo de que nunca nos gane. además me ha confesado que ya está cansada de luchar y que ha ido a comprar una bandera blanca para regalárnosla. en el fondo yo creo que la echaremos de menos, pero sí. se está mejor sin ella, que a veces esa parte se convierte en gigante y no me deja ver las cosas como son, sino como yo quiero que sean.

todas estas letras ordenadas formando palabras no tenían la misión -en un principio- de rellenar la página entera con cursiladas varias. ni siquiera había pensado escribir ninguna cursilada. aunque a estas alturas, ellas son las únicas que saben definir mi estado.

hoy día 2 de agosto escribo porque si no escribiera todo me sería mucho más difícil, y sonrío porque me haces sonreír. y quiero seguir ahogándome de alegría y llorando de risa por tu culpa. jugar a ser jóvenes y disfrutar de ''esto''.


disfrutarnos hasta que el mundo se acabe.

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