25 de agosto de 2011

acabo de estirar mi brazo en la cama y lo he perdido entre metros de sábanas y colchón. recorro con la mirada la habitación pero no lo encuentro. ni debajo de la cama, ni sobre el escritorio, ni dentro del cajón de la mesita de noche. ya es la segunda vez que me ocurre. ayer ya me pasó lo mismo con mis labios. también desaparecieron sin avisar. ninguna nota escrita ni post-it pegado en la nevera.

así que hago un llamamiento para que vuelvas conmigo antes de que acabe desvaneciéndome por completo, en un intento de encontrarte.

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