18 de abril de 2011

A veces me duele la tripa. es un dolor tan profundo que agrieta mis rincones, derramándose por dentro y obligándome a sacar cara de pena. la misma pena que se revuelve contra ti, que se agria tu pulmón izquierdo y no te queda otra que llorar por contagio cuando se me asoma una lágrima en el iris. pero no decimos nada. y seguimos a lo nuestro, intentando sacar sonrisas de donde no las hay.
me encanta verte reír desde el fondo de la cama. me pasa a veces, que no sé de que te ríes, pero me gusta reírme a mí también, como si tu risa aflojara la mía y se unieran las dos hasta ser una, la más fuerte y grande.esa clase de risa que esperas encontrar las veinticuatro horas del día y que sólo tú sabes conseguir arrancarme.de las que reconfortan mientras decides qué sabor de helado te vas a tomar hoy para ahogar nuestra alegría frente al ordenador.

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